Desanimarse es una tontería.
Escucha el consejo que da el
barrendero a Momo: "Cuando barro, las cosas son así: a veces tienes ante
ti una calle larguísima. Te parece tan terriblemente larga que crees que nunca
podrás acabar. Y entonces te empiezas a dar prisa. Cada vez que levantas la
vista, ves que la calle no se hace más corta. Y te esfuerzas más todavía, al
final estás sin aliento. Y la calle sigue estando por delante... Nunca se ha de
pensar en toda la calle de una vez ¿entiendes? Sólo hay que pensar en el paso
siguiente.... entonces es divertido... de repente uno se da cuenta de que, paso
a paso, se ha barrido toda la calle."
Ser santo, amar mucho a Dios... cualquier meta se alcanza
siempre. Consiste en dar un paso cada día; por eso, no te desanimes nunca: haz
bien hoy las pequeñas cosas de¡ día.
¡Qué no me desanime, Señor, que es una tontería! Poco a
poco, con pequeños pocos, conseguiré hacer realidad las cosas grandes que
quiero - y Tú también quieres - en mi vida.
Continúa hablándole a Dios con tus palabras
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