Tendremos una eternidad para descansar.
"Cualquier
persona -ha dicho Joaquín Navarro Valls, portavoz oficial de la Santa Sede
hablando de Juan Pablo II- con mucha menos responsabilidad que la que él
soporta, tiene su sistema de descanso, su fin de semana intocable, su deporte,
cosas todas ellas que probablemente son necesarias. En el caso del Papa, nada
de eso existe. Su único descanso es la posibilidad de caminar por una terraza
que hay encima de su apartamento. En diez años de pontificado, en total serán
cuatro las veces que ha podido salir un día a la montaña. Cuando alguna vez le
han dicho: "Santo Padre, está cansado ... ", la respuesta que ha dado
en tono humorístico ha sido: "Tendremos una eternidad para
descansar".
Como ha dicho, también con humor, André Frossard,
"hasta ahora, el único medio que se ha descubierto para obligarle a dejar
el trabajo es la anestesia total".
Y decía en Uruguay: Jesucristo, nuestro Señor, es también
nuestro guía y modelo.
"Todo lo hizo bien" decían de Él las gentes. Cada
uno de nosotros -asumida por la fe nuestra condición de hijos de Dios en
Cristo- hemos de esforzarnos por seguir sus huellas en el trabajo de cada día.
Como leemos en el Antiguo Testamento, no se le deben hacer a Dios ofrendas
defectuosas. Los cristianos serán verdaderamente "sal de la tierra" y
"luz del mundo", si saben dar a su trabajo la calidad humana de una
obra bien hecha, con amor de Dios y con espíritu de servicio al prójimo".
Señor, quiero trabajar en serio. Y cuando esté cansado,
también. A partir de ahora, cuando empiece a trabajar te lo ofreceré, te lo
regalaré. Por eso intentaré que no sea defectuoso, sino algo bien hecho. Y ya,
sólo porque es mi regalo para Ti, mi trabajo es importante. Este es mi
propósito: en cuaresma trabajar bien por Ti. Y cansarme trabajando.
Continúa hablándole a Dios con tus palabras
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