No mucho: ¡todo!
Habrás visto la película de "Los 7
magníficos": A Yul Briner le quieren contratar unos mejicanos para que les
defienda de unos bandidos; son campesinos; muy pobres. Le ofrecen todo lo que
tienen, envuelto en un paño. Yul lo ve y dice: "Siempre me han ofrecido
mucho, pero nunca todo".
Aceptó, ¡claro! Dile ahora a Jesús: Con lo que Tú
me amas (has dado la vida por mí), no puedo quedarme corto dándote sólo muchas
cosas; te doy toda mi vida: quiero todo lo que Tú quieras.
Continúa hablándole a Dios con tus palabras
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