¿Puedo ayudarte en algo, Dios mío?
En una obra del escritor
brasileño Pedro Bloch encuentro un diálogo con un niño que me deja literalmente
conmovido.
- ¿Rezas a Dios? - pregunta Bloch.
- Sí, cada noche - contesta el niño.
- ¿Y qué le pides?
- Nada. Le pregunto si puedo ayudarle en algo.
Y ahora soy yo quien me pregunto a mí mismo qué sentirá Dios
al oír a este chiquillo que no va a Él, como la mayoría de los mayores,
pidiéndole dinero, salud, amor o abrumándole de quejas, de protestas por lo mal
que marcha el mundo, y que en cambio, lo que hace es simplemente ofrecerse a
echarle una mano, si es que la necesita para algo.
Que muchos días le reces así a Dios.
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