Mi testimonio.
Cuando en el transcurso del rezo del Rosario en el abortorio, nos percatamos que una mujer, se arrepiente y se retira del lugar, percibimos la gran misericordia de Dios y su victoria sobre el mal. Mi conclusión es que vale la pena ir a rezar.
Pero cuando observamos la entrada de varias mujeres, tal y como fue el día de hoy, el sentimiento de tristeza es tan grande que no queda más que seguir en oración y no bajar la guardia. Mi conclusión entonces es que es urgente, necesario, impostergable, estar ahí orando y clamando al cielo misericordia para esos bebes inocentes.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario