Dentro del marco del “ Congreso
Arquidiocesano de la Familia, se presentaron tres conferencias excelentes cada
una expuesta por personas altamente
calificadas
En este escrito les compartiremos
de manera muy breve, el contenido de cada una de ellas.
1 Conferencia: Desafíos Pastorales de la Familia.
Expositor: Ing Fernando
Rivera Barroso
Nuestras familias, actualmente,
viven un gran Eclipse de Dios, estamos viviendo una era Neo – pagana, sin
embargo, viene ya una nueva era ….
después de las tinieblas viene la luz.
Esto es, estamos viviendo un
“Eclipse de Dios” porque encontramos presentes las siguientes situaciones:
a) Los
ídolos paganos están renaciendo: por ejemplo, el edonismo se va de fiesta con
el sexismo (prematuro y exclusivamente
edonista,) dando pie a la explotación sexual “legalizada”, provocando una mentalidad
antinatalista, llena de egoísmo individualista, dando, como consecuencia, el
eclipse del amor.
b) La
adicción, no solo a las drogas, sino a
los juegos de azar, a la comunicación electrónica, etc. , que crea esclavos
provocando aislamiento ruptura familiar, violencia intrafamiliar y social; esto
es, el eclipse de la libertad.
c) El
consumismo: voy a (determinado lugar ), a ver que me compro, total, pago con
tarjeta a meses sin intereses…. Y vivo
esclavizado de las tarjetas de crédito por lo que se hace necesario que papá y
mamá tengan que trabajar “para dar lo mejor a los hijos” dándo pie al eclipse
de la Providencia Divina.
d) El
pensamiento débil: la idea es facilitar todo, no tener necesidad de resolver
situaciones, de pensar, de razonar, de tener un pensamiento crítico y objetivo.
Esto es el eclipse de la verdad.
e) La
corrupción: principalmente la política, en donde se vive el pensamiento “el que
no tranza no avanza” y si no se roba, entonces, para que quieres el puesto,
olvidando que realmente, los políticos debieran buscar el bien común de los
ciudadanos. Por consiguiente, esto es un eclipse del bien.
f) Lo
antiestético: todo se acepta porque es la moda y esto es una explotación
programada para obligar a consumir. El
eclipse de la belleza
g) Las
catacumbas modernas: no se habla de Dios, ni en la familia ni en la sociedad,
se olvida la Familiaris consortio, la Encíclica Humane vitae …. Es un eclipse
de DIOS.
Sin embargo, los eclipses duran
poco, las tinieblas se disipan, el resurgimiento tiene que venir de abajo, de
la persona, no de las autoridades, porque Jesús está en mi.
Lo único real e inmediato que
tenemos que hacer es VIVIR EN FAMILIA, rehacer nuestras familias, no tenemos
que estar esperando a que nos digan que hacer …. simplemente, hacerlo… esto es,
en lugar de preocuparnos, ocuparnos.
Revivir a la Santísima Trinidad
en cada de nuestras familias, es vivir una comunidad de amor, con tres
sencillas acciones:
1.- pedir perdón
2.- pedir permiso
3.- dar las gracias.
Esto, iniciarlo, los padres de
familia, para que los hijos sigan su ejemplo, convirtiéndose en un círculo
virtuoso, de tal manera que, si Dios es amor, la familia sea un reflejo de
Dios.
A nosotros, los padres de
familia, nos corresponde hacer vida las palabras de Sn Juan Pablo II:
“Familia, sé lo que eres”
2. Conferencia: El significado trascendental de la
Paternidad.
Dra Marcela Chavarria
Olarte
.
En esta conferencia, se
desarrollaron tres ejes temáticos:
a) Somos
personas
b) ¿Qué
significa ser padres?
c) Significado
trascendental de la Paternidad humana
a) El
ser humano es una persona trascendente, tiene inteligencia y voluntad, fue
hecho a imagen de Dios.
Según la definición de Boecio,
persona es la sustancia individual de naturaleza racional.
Es un ser corpóreo espiritual que
tiene facultades superiores y sus actos, que son producto del espíritu humano,
trascienden.
b) Los
seres humanos somos los únicos que podemos ser padres, los animales tienen
crías y la familia es el lugar adecuado de desarrollo y educación propiamente
humano.
Los animales, en cuanto tienen a
sus crías, los cuidan hasta que son capaces de valerse por si mismos y se
olvidan de ellos.
Los seres humanos crian y educan
a sus hijos a lo largo de la vida y esto es la paternidad.
Paternidad es educar en la
libertad, en el amor y en la fe, de tal manera que la educación será en lo
moral, en la afectividad y en la religión, respectivamente.
La paternidad puede ser
espiritual o completa. Es espiritual cuando no se tienen hijos biológicamente y
sólo se les educa. Es completa cuando, además de tener hijos biológicamente, se
les educa.
c) La
paternidad es una vocación y una vocación es un llamamiento para una misión,
por consiguiente, la paternidad es un camino de realización del amor para la
realización completa.
La paternidad humana, participa
de la paternidad divina. La paternidad humana está al servicio de la paternidad
divina.
Nosotros debemos ser dóciles a
nuestro Padre, así como los niños deben ser dóciles a sus padres, e igualmente,
hacernos como ellos para alcanzar a Dios.
Es necesario aprender a
comunicarse con el Padre, descubrirlo en cada circunstancia de la vida.
Actualmente es necesario que los
hijos “nos vean” que significa ser padres, para que ellos a su vez, puedan ser
padres.
3° conferencia: la fé, el mayor regalo para los hijos.
Expositor: Lic. Marco
Tulio Mendoza López
Si nosotros plasmáramos en una
hoja las relaciones que se viven en la familia, posiblemente no aparcería la
relación con Dios.
Cuando nos casamos estamos
haciendo un acto de fe, y nos está otorgando Dios un cheque en blanco que no
usamos porque no desarrollamos los dones
que tenemos como matrimonio.
La calidad de vida está
determinada por el significado que encontramos en ella. De tal manera que es
necesario cumplir con los deberes alegremente, desde los padres para que los
hijos lo vean y lo aprendan.
Vivir la religión alegremente,
es, proyectar que la religión representa una forma felíz de hacer las cosas.
Al favorecer la comunicación
efectiva en la familia se cuida que el ambiente familiar sea benévolo para el crecimiento de los
integrantes de la misma y si además se ejercita el perdón pues los resultados serán muy grandes.
Terminó su exposición con dos
palabras muy significativas que encierran gran significado: amen, amén.
En general fue un evento lleno de
riqueza para los padres de familia.
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