Domingo V del Tiempo
Ordinario – Ciclo A (Mateo 5, 13-16) 9 de febrero de 2020
»Ustedes son la sal de la tierra. Pero, si la sal se vuelve
insípida, ¿cómo recobrará su sabor? Ya no sirve para nada, sino para que la
gente la deseche y la pisotee.
»Ustedes son la luz del mundo. Una ciudad en
lo alto de una colina no puede esconderse. Ni se
enciende una lámpara para cubrirla con un cajón. Por el contrario, se pone en
la repisa para que alumbre a todos los que están en la casa. Hagan
brillar su luz delante de todos, para que ellos puedan ver las buenas obras de
ustedes y alaben al Padre que está en el cielo.
Palabra del Señor.
Reflexiones: Hermann Rodríguez SJ José Antonio Pagola Fray Marcos
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