Lectura del santo evangelio según san
Mateo (15,21-28):
Entonces una mujer cananea, saliendo de
uno de aquellos lugares, se puso a gritarle: «Ten compasión de mí, Señor, Hijo
de David. Mi hija tiene un demonio muy malo.»
Él no le respondió nada.
Entonces los discípulos se le acercaron
a decirle: «Atiéndela, que viene detrás
gritando.»
Él les contestó: «Sólo me han enviado a
las ovejas descarriadas de Israel.»
Ella los alcanzó y se postró ante él, y
le pidió: «Señor, socórreme.»
Él le contestó: «No está bien echar a
los perros el pan de los hijos.»
Pero ella repuso: «Tienes razón, Señor;
pero también los perros se comen las migajas que caen de la mesa de los
amos.»
Jesús le respondió: «Mujer, qué grande
es tu fe: que se cumpla lo que deseas.»
En aquel momento quedó curada su hija.
Palabra del Señor
Reflexiones: José Antonio Pagola + Fray Marcos Hermann Rodríguez, sj.
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